

El silencio en la sala de recreo del orfanato de Omo Child es sobrecogedor . Unos cuarenta niños pequeños, entre 2 y 9 años tienen sus ojos fijos en la vieja pantalla de televisión donde un vídeo de dibujos animados de Walt Disney intenta provocar risas sin éxito. Apenas nos miran cuando entramos, están muy quietecitos, sin grandes expresiones en sus caras. Hemos hecho algunas fotos de ellos y se las queremos enseñar y algunos se acercan tímidamente permaneciendo en silencio.
Visitamos el resto de las estancias del orfanato, las pequeñas y cuidadas habitaciones de los niños, leemos los mensajes pintados cuidadosamente en algunas paredes que dan al patio y que hablan de los valores por los que se rige la ONG. Queremos hacer una aportación económica a la ONG para ello nos dirigimos a la oficina donde nos encontramos con Lale Labuko, el fundador de Omo Child que nos habla de su historia y motivos que hacen de este lugar una verdadera esperanza para los niños Mingi.

Lale Labuko de 32 años es el director y fundador de la ONG Omo Child

¿Qué son los niños Mingi?
En algunas tribus del valle del Omo, como los Hamer, Bena o los Karo, si un bebe nace fuera del matrimonio, o si un bebe ha nacido sin el permiso del jefe de la tribu o tiene malformaciones o son gemelos o simplemente le han crecido primero los dientes superiores, estos niños son mingis . El consejo de ancianos de la aldea decide si un niño es mingi o no, siendo su decisión irrevocable.
La anciana tradición indica que un mingi traerá desgracias a la aldea como sequía, hambre o enfermedad a la tribu por lo cual serán asesinados. A los mingis los abandonan en la sabana para que se los coman las hienas o son lanzados al agua para alimentar cocodrilos o son directamente asesinados llenándoles la boca de arena para que no respiren. Tras cientos de años aplicando estas costumbres se creen que miles de niños han sido exterminados.
Lale a través de la fundación está trabajando con el fin de erradicar este infanticidio, para lo que tuvo que ir en contra de algunas de las creencias de su cultura. Lale se reunió con el consejo de ancianos e intentó convencer de que no era necesario matar a los mingi, simplemente con que los dejaran ir de la aldea, la maldición se iría con ellos. El consejo rechazo la propuesta, lo mismo ocurrió con el padre de Lale, pero con el tiempo Lale convenció a su padre que era respetado en la aldea para mediase con el consejo tribal. Finalmente el consejo aceptó que Lale acogiese a los niños mingis a modo de prueba para ver si realmente desaparecía la maldición. Lale ahora ya ha conseguido que los Karo den un paso atrás y no practiquen este exterminio, cosa que todavía no ha ocurrido en los Hamer
En Jinka, Lale dirige dos casas de acogida donde están alojados 37 niños. Estas casas están subvencionadas con diferentes donaciones.
En el año 2015 se estrenó el documental Omo Child: The River and the Bush


Mapa de la localizacion de la ONG Omo Child en Jinka

Mural de entrada a la ONG
Diferentes murales pintados en la paredes
Pudimos hablar un rato con Lale Labuko , el artífice y héroe de toda esta historia
Nos acercamos y comenzamos a sacar fotografías, pero nadie nos hace caso, ellos con los ojos ojos en la televisión
Poco a poco van haciendo caso y KxK comienza a distraer a los niños
Por fin conseguimos la bonita sonrisa de este niño
cada vez mas y niños se acercan
LAs instalaciones de la ONG
Una canasta
Todo bien organizado
Una de las habitaciones de los niños
Camino al hotel vamos muy tristes por conocer la cruda realidad de los niños, pero as su vez estamos alegres por la bueva oportunidad que les ha dado Lale Labuko
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