AmericaGuatemala

Chicabal, laguna sagrada maya

Laguna Chicabal es uno de los lugares más mágicos de Guatemala. Situada dentro del cráter del volcán del mismo nombre, ofrece un espectáculo único. Es una laguna en el interior de un cráter donde una exuberante vegetación da una pincelada de color. Cada mañana, la niebla se adentra en el cráter para dar un toque fantasmagórico al lugar. Esta laguna es considerada sagrada para las mayas de la etnia Mam. Es muy probable encontrarnos con fieles que realizan ceremonias mayas a orillas de la laguna.

Laguna Sagrada

La laguna de Chicabal es un punto de encuentro cósmico para los mayas de las etnias Man y Quiché. En sus orillas encontraremos diferentes altares donde los chamanes celebran numerosos rituales y ceremonias mayas.

La laguna se encuentra en el interior del volcán Chicabal a 2712 metros sobre el nivel del mar. Tiene un diámetro de 575 metros y según hemos leído una profundidad de 331 metros. Algo inimaginable, un local nos comentó que estudios recientes no habían encontrado superar los 15 metros de profundidad.

El volcán Chicabal, imagen tomada en Google Earth

Leyenda Maya

Cuenta la leyenda que en la ladera del volcán Chicabal había una laguna sagrada donde los locales se bañaban y lavaban la ropa. La montaña se enfadó por la falta de respeto y castigó a los locales secando la laguna. Llegaron épocas de gran sequía. Arrepentidos, comenzaron a rezar y celebrar ceremonias mayas para que terminase la angustiosa sequía. Pasado un tiempo, la laguna prometió que regresaría escondida en el corazón del volcán. Una noche se escuchó un fuerte trueno y a la mañana siguiente, los locales descubrieron que en mitad del cráter del volcán había una laguna a la que llamaron Chicabal, «Donde truena antes de llover«

Actualmente, 40 días después del domingo de Resurrección, la laguna es visitada por cientos de creyentes que participan en la ceremonia para la Rogativa de la Lluvia. En las plegarias, los creyentes oran al dios Mundo para pedir que el invierno sea lluvioso y sus futuras cosechas sean fructíferas.

¿Como llegar al volcán de Chicabal?

La laguna del volcán Chicabal está situada en el municipio de San Martín Sacatepéquez (también conocido como San Martin de Chile Verde) en el departamento de Quetzaltenango, Guatemala.

Si el viajero llega hasta la laguna por su cuenta, lo habrá hecho desde Xela, capital del departamento, en autobús. Desde la localidad comienza la subida hacia el volcán. Si no desea caminar, se puede contratar los servicios de una pick up o torito, como es conocido en la zona, que nos puede acercar hasta el centro de visitantes o hasta el mismísimo mirador.

Desde Xela hay opciones de contratar excursiones para ver la laguna. En todos los hoteles encontraremos diferentes ofertas para preparar nuestra excursión.

Un torito transporta un grupo de turistas hasta el cráter del volcán

Ruta hasta la laguna de Chicabal

La ruta comienza a poco más de 1 kilómetro de San Martín Sacatepéquez. Dejaremos el vehículo en un pequeño parqueo (así denominan los guatemaltecos a los parkings). Comenzamos a caminar por una pista con piedras bien asentada. La ruta es fácil y bien señalada, pero al tratarse de un volcán las pendientes son considerables. Después de la primera gran subida, la pista es de tierra y en época de lluvia se llenará de barro.

Triple curva con gran desnivel, detalle del piso empedrado

Llegados al mirador admiraremos la laguna desde el alto para descender por casi 500 empinadas escaleras. Una vez en la laguna bordearemos la misma por la orilla. Para ascender, tomaremos un sendero diferente que más adelante se une a la pista de subida.

Croquis ruta Chicabal
Croquis de la ruta

Datos técnicos

Distancia: 9.2 kilómetros

Desnivel positivo: 565 metros

Altura máxima: 2860 metros

Altura de la laguna: 2712 metros

Escalones hasta la laguna: 476

Caminando hacia la laguna Chicaval

Partimos de Quetzaltenango, o Xela para los locales, hasta San Martin de Sacatepéquez, donde tomaremos una vía hasta el parking donde comienza nuestro trekking a la laguna. Al fondo San Martin de Sacatepéquez.

San Martin de Sacatepéquez
San Martin de Sacatepéquez

El inicio del trek se hace un poco duro, más bien asfixiante. La pendiente es elevada, tenemos que recordar que estamos a más de 2.500 metros de altura y el aire no nos llega al 100% a los pulmones. Además comienza a hacer calor. Realizamos breves paradas para descansar y sobre todo admirar el entorno. No paramos de sorprendernos de cómo en toda la zona del altiplano hay plantaciones por todas partes, principalmente de maíz.

Chicaste Grandis, es una ortiga típica de Centroamérica que puede alcanzar hasta los 5 metros. La víspera estuvimos en el mercado de Chichicastenago que significa ciudad amurallada de ortigas. A la derecha de la imagen se ven unos deditos que nos dan una pequeña idea del tamaño de la planta.

Chichicaste

En apenas dos kilómetros llegamos a la Laguna Seca, donde se encuentra el centro de visitantes. Este es el punto donde se encontraba la laguna que cuenta la leyenda que se secó.
El precio de acceso a la laguna es de 50 quetzales para turistas y 15 quetzales para locales. En este lugar podremos hacer alguna pequeña compra, tenemos servicios y, si se desea, hay cabañas para alojarse.

Continuamos la ruta. No hay perdida, está bien señalizada

En esta zona de la ruta hay más barro. Estamos en época de lluvia, pero no hay problemas para continuar nuestra caminata

Oímos el ruido de un motor. Es un torito que transporta a locales hacia el cráter del volcán. Más adelante supimos que se dirigían a la laguna a celebrar una ceremonia maya.

Para cuando nos damos cuenta ya hemos llegado al punto más alto de nuestra ruta, el mirador. Esta estructura realizada en madera no transmite seguridad, pero si ofrece unas vistas inmejorables.

Desde el mirador podemos observar el cráter del volcán y la laguna. Todo está repleto de una vegetación exuberante. La laguna tiene un bonito color esmeralda, pero a media mañana ocurre un fenómeno curioso, una densa niebla se adentra dentro del cráter y se establece en la superficie de la laguna. No teníamos ni idea de este fenómeno, por lo que recomendamos visitar la laguna a primera hora de la mañana para poder disfrutar de las vistas.

Comenzamos la bajada a la laguna. Nos esperan 476 escalones y casi 150 metros de desnivel negativo por una tupida vegetación.

Nos habían hablado de los bosques nubosos de Guatemala y enseguida lo entendimos, bosques con gran vegetación y llenos de musgo. La humedad es alta en estos bosques y este fenómeno se da en zonas de montañosas, donde el rocío es casi constante durante todo el día y se forman nubes a nivel de superficie. Este ecosistema especial ofrece una flora y fauna muy variada con especies únicas.

Esta bajada nos pareció espectacular no solo por lo que percibían nuestros ojos, sino por lo que nuestros oídos captaban. Escuchábamos infinidad de cantos de diferentes pájaros, las chicharras no paraban de meter ruido y, conforme nos acercábamos a la laguna, ya comenzábamos a escuchar los rezos y plegarias de los mayas que se habían acercado a la misma.

Tardamos pocos minutos para llegar a la orilla de la laguna, pero para sorpresa nuestra sobre la superficie de la laguna ya se había depositado la niebla juguetona que cambiaba de forma gracias a la corriente del aire. Se comenta que esta niebla simboliza al espíritu de la montaña que se adentra en la laguna para beber agua y después salir del cráter, lo que le da un toque místico.

La niebla hizo aparición antes de lo pensado, una pena, ya que nos privó de vistas inmejorables y del precioso reflejo del bosque en el agua. ¡La niebla sobre la laguna daba mucho encanto a la visita, pero podía haber aparecido 15 minutos más tarde!!!!

Si se visita la laguna Chicabal es muy probable que se esté celebrando una ceremonia maya. Desde el punto de vista de la cosmovisión maya es uno de los lugares más sagrados. Alrededor de la laguna encontramos diferentes Ek’ulbil o altares mayas, donde se hacen ofrendas a los dioses para agradecer a la vida y peticiones de buenas cosechas.

Vemos como están realizando los preparativos para una ceremonia

Por ahora solo encontramos a dos hombres en el altar

El chamán está fumando un hermoso cigarro. Los chamanes deben de fumar o tomar alcohol para celebrar las ceremonias, ya que de esta manera conectan con el inframundo. En los Cuchumatanes asistimos a otra ceremonia maya y el chamán estaba totalmente alcoholizado tras finalizar la ceremonia.

En estas ceremonias encontramos numerosos ramos de flores en la orilla del agua. Los ramos están enterrados, asomando en el agua, de esta manera se mantienen frescos más tiempo.

Pocos metros más adelante oímos rezos, es el grupo que hemos visto subir en el torito. Es un momento mágico, con la niebla jugueteando en la laguna que se sitúa dentro de un cráter, a su vez asistimos a una celebración maya donde los locales rezan a sus deidades.

Por momentos parece que la niebla va a desaparecer, pero de inmediato cubre de nuevo toda la laguna

Alrededor de la laguna podemos encontrar hasta 40 altares diferentes

Además de numerosas cruces y ofrendas florales

Entre la espesura boscosa encontramos diferentes plantas de colores vivos

El ascenso lo haremos por un nuevo sendero que parte desde las escaleras inferiores. La subida es más sencilla, ya que la pendiente es mucho menor.

Desde el mirador volvemos a mirar hacia la laguna por última vez, todavía queda algo de niebla. Ahora encontramos mucho menos de la que había cuando estábamos en la orilla de la misma.

De nuevo en la Laguna Seca. Toca tomar un poco de respiro en estas sillas tamaño Bilbao

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.