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Kharkhorin antigua capital del imperio mongol

Kharkhorin se erige sobre los antiguos cimientos de la legendaria capital del Imperio Mongol, Kharakhorum. En el siglo XIII esta ciudad se transformó en un destacado centro político, cultural, religioso y comercial. Kharakhorum albergaba palacios, templos, monasterios y mercados que atraían a comerciantes de diversas partes del mundo, asi como artesanos, cuyas habilidades contribuían a la riqueza de la Ruta de la Seda. Sin embargo, el destino tenía otros planes, y en 1388, las fuerzas militares de la dinastía Ming de China redujeron esta joya a cenizas. A pesar de ello, vestigios de su grandeza perduran. La principal atracción de la ciudad es el monasterio Erdene Zuu, erigido en el siglo XVI y considerado el más antiguo que se conserva en Mongolia.

Después de dejar atrás el campamento y las aguas termales de Tsenkher, continuamos por caminos de tierra durante unos 30 km hasta llegar a la carretera que conecta Tsetserleg y Kharkhorin. Viajamos por largas rectas durante algo más de 100 km en dirección este hasta llegar a la antigua capital de Mongolia. Durante nuestro recorrido, nos encontramos con inmensos rebaños de ganado.

Nuestro chofer frena bruscamente y detiene su furgoneta UAZ en la cuneta; tememos lo peor, ¿será otra avería? Luego nos hace un gesto y vemos una gigantesca manada de caballos en varios recintos cerrados. Nuestro chofer ha parado para que observemos cómo cortan las crines de los caballos. Nos sorprende la gran habilidad que tienen para retener a los caballos y cortar la melena en muy pocos minutos.

Es un trabajo en equipo. Dos pastores retienen al caballo y el peluquero demuestra su habilidad con las tijeras.

Las crines de los caballos de Mongolia son sumamente valiosas y se utilizan para una variedad de propósitos. Por ejemplo, se usan para confeccionar las cuerdas del Morin Khuur, el instrumento musical más característico de Mongolia. Además, se emplean en la fabricación de prendas tradicionales, sombreros y cuerdas para las yurtas. También sirven para la creación de alfombras, sillas de montar y diversos otros productos. Como podemos apreciar, esta materia prima es de gran utilidad en Mongolia.

Visitando Kharkhorin

Llegamos a Kharkhorin, una pequeña localidad con apenas 10.000 habitantes. Sin embargo, en el pasado esta ciudad tuvo una gran importancia para Mongolia. En 1220, se fundó Kharakhorum. Dos años atrás en el mismo lugar, las tropas de Genghis Khan se reunieron antes de una de sus misiones militares. Hasta 1235, era simplemente un pueblo con unas pocas yurtas, pero Ogedei Khan, hijo de Genghis Khan, construyó un palacio y lo protegió con una gran muralla. El nombre Kharakhorum significa en mongol «muralla negra» o «muralla del norte».

En poco tiempo, Kharakhorum se convirtió en el centro político, económico, administrativo y religioso del país, además de formar parte de la Ruta de la Seda. Pero en 1260, cuando Kublai Khan, el nieto de Genghis Khan, ascendió al trono, trasladó la capital del imperio a Khanbaliq que es la actual Beijing. Esto marcó el inicio del declive de Kharakhorum.

Actualmente, la ciudad se conoce como Kharkhorin.

Museo de Kharakhorum

Nuestra primera parada en Kharkhorin fue en el Museo de Kharakhorum, un pequeño museo bien organizado con numerosos objetos recuperados de las ruinas de Kharakhorum. La mayoría de los objetos datan de los siglos XIII y XIV, que fueron los de mayor esplendor de la ciudad. Sin embargo, el museo también exhibe objetos que datan desde la época del Paleolítico superior hasta el siglo XVI. Entre los hallazgos de las excavaciones arqueológicas se encuentran monedas, estatuas, cerámicas, porcelanas e inscripciones en piedra, entre otros.
A diferencia del Museo Chinggis Khan de Ulan Bator, en este museo todos los objetos cuentan con explicaciones en inglés, lo que hace que la visita sea más accesible. En nuestro recorrido, contamos con  un guía que se expresaba en mongol, y nuestro guía nos proporcionaba traducciones al castellano.

El museo fue inaugurado en 2011 con la financiación en parte del gobierno japonés

Antiguamente, había cuatro tortugas de piedra que marcaban los límites de la ciudad. En cierto sentido, estas tortugas desempeñaban un papel protector para la ciudad, ya que se consideraban símbolos de eternidad. Cada una de estas tortugas de piedra llevaba una estela con inscripciones grabadas encima de sus caparazones. Hoy en día, podemos encontrar una réplica de estas figuras en la entrada del museo.

En el museo se pueden encontrar mapas, textos explicativos y una impresionante maqueta de la antigua ciudad. Inicialmente creíamos que no se permitía tomar fotografías, y por eso no tenemos ninguna del interior; sin embargo más tarde, descubrimos que solo era necesario pagar un suplemento por el derecho a fotografiar.

Como dato curioso, este fue el segundo sitio en Mongolia donde encontramos una conexión Wi-Fi abierta, aunque su velocidad era limitada. Un poco más rápida que las tortugas de piedra que mencionamos anteriormente.

Una maqueta de Kharakhorum en su época dorada refleja la importancia de este lugar estratégico, donde se reunían personas de diversas etnias y culturas. Esta diversidad se manifestaba en la distribución de los distintos barrios de la ciudad, cada uno de ellos representando un grupo diferente de gente. En la ciudad residían personas que seguían hasta 12 religiones diferentes, lo que hacía que la urbe estuviera repleta de mezquitas, sinagogas, iglesias cristianas y templos budistas.

En el exterior del museo, bajo una carpa, se exhiben objetos con los que los visitantes pueden interactuar e incluso probarse gorros antiguos para una experiencia más inmersiva.

El monasterio de Erdene Zuu

Después de comer nos dirigimos al Monasterio Erdene Zuu, cuyo nombre en mongol puede interpretarse como «Cien Coronas» o «Templo de Joyas». Se considera el monasterio budista más antiguo que sigue en funcionamiento en Mongolia. Fue mandado construir por Altai Khan en 1585 sobre las ruinas del antiguo palacio de Kharakhorum, que había sido destruido por las fuerzas del ejército de la dinastía Ming de China. Erdene Zuu fue el primer monasterio construido en Mongolia, pocos años después de la llegada del budismo al país.

Se construyó una muralla de dimensiones de 400 por 480 metros para proteger el monasterio. Dentro de este recinto, había entre 60 y 100 templos, varias escuelas monásticas y alrededor de 300 gers. Durante su mayor apogeo, el monasterio llegó a albergar hasta 1000 monjes. Sin embargo, con la llegada del comunismo a Mongolia, el budismo sufrió una persecución. El líder estalinista Horlogiin Choibalsan destruyó Erdene Zuu, al igual que muchos otros monasterios en el país, y ordenó el asesinato o el envío a Siberia de más de 10,000 monjes. En Erdene Zuu, se salvaron de la destrucción tres templos y la muralla exterior con sus estupas.

En 1947, los restos que quedaban del monasterio se convirtieron en un museo, pero en 1965 se cerraron las puertas del nuevo museo. Fue en 1990, con la caída del comunismo, cuando monasterio pasó a manos de los monjes y se reanudaron las actividades religiosas.

Sobre la muralla se pueden apreciar 108 estupas blancas, un número sagrado en la tradición budista. La entrada al recinto amurallado es gratuita, pero se requiere una entrada de pago para acceder a la visita de los templos.

Puerta de entrada al recinto

Dentro del recinto amurallado, se encuentra un amplio espacio vacío, aunque en su apogeo, estaba repleto de templos. Encontramos a visitantes locales realizando visitas y oraciones.

También encontramos un ovoo donde los locales hacen ofrendas

Los templos que encontraremos aquí exhiben una combinación de estilos chino y tibetano. Antes de adentrarnos en la sección de los templos principales, nos encontraremos con elegantes templos más pequeños.

Mar delante de uno de los templos menores

¡Como nos gustan las aldabas de los templos de Mongolia!

En el centro del monasterio nos encontramos con una estupa dorada de forma octagonal, rodeada por otras ocho estupas de menor tamaño. Junto a esta estupa, encontramos el pequeño templo Khokh Sum, que según los estudios es dos siglos más antiguo que el propio monasterio.

Puerta de entrada a la zona de los principales templos. Debemos adquirir una entrada.

Una vez pasada la puerta, nos encontramos con tres magníficos templos que lograron sobrevivir a la purga comunista. Estos tres templos representan las tres etapas de la vida de Buda: infancia, adolescencia y edad adulta. Son conocidos como Baruun Zuu, Zuu de Buda y Zuun Zuu.

Panorámica de los 3 templos

Los templos datan de los siglos XVI y XVII y. Desde una perspectiva arquitectónica muestran similitudes con el estilo de los templos chinos, particularmente en lo que respecta a sus tejados. En el centro de la zona se encuentra el templo principal, conocido como Zuu de Buda.

Nos encanta la estética de estos templos

En el interior de los templos se pueden encontrar estatuas de Buda y diversas deidades pertenecientes a la religión budista. Estos templos están ricamente decorados con innumerables figuras, tapices pintados o bordados, conocidos como «thangkas», así como máscaras «Tsan«. Estos elementos decorativos tienen su origen en el siglo XVIII y se conservan en un perfecto estado. Es asombroso que hayan sobrevivido a la purga soviética, ya que muchos objetos fueron enterrados por los lugareños para evitar su destrucción, mientras que otros lograron escapar de la purga.

En el extremo este del monasterio se encuentra un imponente templo blanco de estilo tibetano, conocido como Lavrin Süm. El estilo de este templo es completamente diferente al resto de templos del monasterio. Es el único templo que sigue siendo utilizado para ceremonias religiosas diarias, las cuales tienen lugar todos los días hacia las 11 de la mañana.

Cuando visitamos el lugar por la tarde, observamos a muchos monjes ocupados pintando las paredes del templo. Aunque podría haber sido una fotografía interesante, decidimos no tomarla como muestra de respeto.

Detalles ornamentales de la fachada del templo.

Joven monje caminando por el patio del templo

Pene y tortuga de piedra

Cerca del monasterio, nos encontramos con una escultura de piedra peculiar de forma fálica. El líder supremo del budismo en Mongolia, mandó construir un falo de piedra para recordar a los monjes la importancia de permanecer célibes y no seducir a las mujeres. Este símbolo se colocó en la entrada del valle, que curiosamente tiene la forma de la parte inferior de una mujer.

Esta escultura fálica también es un símbolo de fertilidad, y tanto viajeros como locales realizan oraciones y bendiciones ante la figura de piedra con la esperanza de ser bendecidos con fertilidad. Después de haber tenido un hijo, muchos regresan para expresar su gratitud ante esta representación de la piedra.

Desde el pene de piedra ascendemos por una pequeña colina. Desde la misma obtenemos una preciosa vista panorámica del monasterio Erdeneu Zuu y la estepa

En lo alto de la colina encontramos una tortuga de piedra del siglo XIII. Como hemos visto en el museo, las tortugas son símbolo de eternidad.  Cuatro tortugas de piedra marcaban los límites de la antigua ciudad de Kharkhorun y marcaban los cuatro puntos cardinales.

Como habéis podido ver en este artículo, Kharkhorin es una parada obligatoria en cualquier viaje a Mongolia.

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