Aguas termales de Tsenkher

Las aguas termales de Tsenkher, de origen volcánico, son un verdadero tesoro natural en el corazón de Mongolia. Es un lugar idílico donde podremos disfrutar de la naturaleza y del beneficio terapéutico de sus aguas sulfurosas. En nuestro camino hacia Tsenkher, tendremos la oportunidad de pasar la mañana con una familia nómada que nos mostrará su duro estilo de vida. Te invitamos a acompañarnos en esta etapa de nuestro viaje y descubrir este escondido rincón del mundo.
Conviviendo con una familia nómada
Desde que dejamos atrás la región de Khosvgol, nos hemos enfrentado a dos jornadas extremadamente agotadoras en caminos de tierra, con continuas subidas y bajadas por las montañas. Estamos ansiosos por encontrar un tramo de carretera asfaltada, ya que esto aliviará considerablemente la fatiga en nuestra espalda. Continuamos nuestro roadtrip por Mongolia hacia Tsenkher, una preciosa zona con aguas termales.
A menos de 40 km de nuestro campamento Khorgo, hicimos nuestra primera parada. La agradecemos mucho, puesto que nuestras cabezas aún daban vueltas debido al efecto del vodka en la memorable fiesta de la noche anterior. Estábamos recorriendo la estepa cuando nos sorprendió gratamente el cañón del río Chuluut, conocido como «rio de piedras» en mongol. Este cañón basáltico se formó después de la erupción del volcán Khorgo y alcanza una profundidad de 40 metros y una longitud de 100 km.
Al borde de la carretera hay un parking habilitado para disfrutar de las vistas del cañón

El río Chullut tiene una longitud de 415 km y es un afluente del río Ider, que cruzamos la víspera. A su vez, el Ider es un afluente del río Selenga, que también cruzamos en nuestro camino hacia Khovsgol. El río Selenga es el más largo de Mongolia y desemboca en el lago Baikal. El río Chuluut permanece completamente congelado en los duros meses de iniverno.
Panorámica desde el miador del cañón del río Chuluut

Esta breve parada nos sirvió para recargarnos de energía y espabilarnos un poco. Continuamos nuestro viaje y en poco tiempo llegamos a uno de los momentos más especiales de nuestro viaje. Nuestro guía Bagui, fue nómada hasta los 16 años y es originario de esta zona. Su primo, con quien compartió su infancia, todavía lleva un estilo de vida nómada, y vamos a visitarlo. Su familia nos mostrará su forma de vida y tendremos la oportunidad de probar los productos lácteos que elaboran. Para culminar esta experiencia, al mediodía disfrutaremos de la oveja que ha estado cocinándose durante toda la mañana.

Esta familia nómada tiene un gran rebaño de animales y elabora diferentes productos lácteos con la leche obtenida. También fuimos testigos de la elaboración de un licor basado en un yogur elaborado con leche de yegua.



Mar preparándose para la vida nómada, pero creemos que en el cruel invierno mongol no duraría ni un minuto.

La modernidad ha facilitado la vida de las familias nómadas. Los pastores ahora cuidan de sus animales montados en motocicletas, y gracias a los paneles solares, tienen electricidad en sus gers. La televisión ha reemplazado las tertulias tradicionales alrededor del fuego y se ha convertido en el principal entretenimiento de los más pequeños.
Como no, como buenos mongoles amantes de la mecánica están reparando la rueda de la moto.

La familia nómada cocinando una enorme cazuela de oveja

Además de oveja, el guiso contiene patatas enteras y una masa que recubría toda la parte superior de la cazuela

Restos de la oveja. Por un lado la lana y por otro los intestinos que suelen vender.

Monasterios y Mercado de Tsetserleg
Después de una comida copiosa, nos despedimos de la familia nómada y seguimos nuestro viaje. Nuestra próxima parada será en la localidad de Tsetserleg, que con casi 20,000 habitantes es la capital de la región de Arkhangai. Nuestro guía, Bagui, reside en esta ciudad y es un gran defensor de la misma. Él resalta la calidad de vida que ofrece, alejada del caos de Ulan Bator.
La mayoría de edificios son casas de planta baja que están situadas en la ladera del monte Khangai

Uno de los atractivos de la ciudad es el Monasterio Buyandelgeruulekh. En su interior presenciamos a varios monjes llevando a cabo oraciones personalizadas para los distintos fieles que se acercaban al monasterio. Dentro está decorado con numerosas representaciones de Buda, fotografías y telas de colores vibrantes.
El sexto Paya Pandita, Jambatseren, fue asesinado por los comunistas en el año 1932. Hoy en día el templo principal se ha convertido un pequeño museo en su honor. Este templo fue uno de los pocos que sobrevivió al acoso comunista de la década de los años 30.
No se pueden tomar fotografías del interior del monasterio. Aprovechando que la puerta estaba abierta y utilizando el zoom de la cámara, pudimos tomar una foto desde el exterior para mostrar a nuestros lectores.

Aldaba de la puerta

En el jardín del monasterio encontraremos varias ruedas de plegarias

Tres generaciones a la espera de entrar en el interior del monasterio

En la parte alta de la ciudad, en las laderas del monte Khangai, se encuentra el templo Galdan Zuu

El templo Galdan Zuu fue reconstruido en la década de los años 90 gracias a las diferentes donaciones. Destaca la escultura de Buda de 7 m de altura que se encuentra en las escaleras de subida al templo


Aldaba de la puerta de entrada al templo

Desde inicios del 2.000 el templo está recibiendo diferentes donaciones de figuras de Buda

Después de visitar el monasterio y el templo nos dirigimos al centro de la ciudad, que no tiene un gran interés turístico, para ir directamente al mercado. Mientras tanto, los conductores se dirigen a un taller a revisar parte de nuestra furgoneta UAZ.
Lo que nos llamó la atención de manera destacada fue encontrar puestos de venta de grandes piezas de carne en los maleteros de los coches, algo increíble. ¿Dónde quedan las medidas de seguridad e higiene?



Además de carne, también venden melones, arándanos, cebollas.. desde sus coches o camionetas


El edificio del mercado consta de cinco plantas, además de un nivel inferior. En la primera planta se venden productos frescos como lácteos, carnes y verduras. En las demás plantas encontrarás tiendas de moda, accesorios, electrónica y también tiendas que ofrecen productos de baja calidad de fabricación china. Llegamos a las 15:30 y apenas encontramos compradores en ninguna de las paradas del mercado. Como dato de referencia, el kilogramo de carne se vende a 1,8 €, pero seguramente en los puestos de venta ubicados en los maleteros de los coches o en los camiones, el precio sea aún más bajo.



Tiendas con coloridos trajes tradicionales para mujeres. Nos encantan estos tipos de maniquís.


Después de solucionar un nuevo problema mecánico en las furgonetas, continuamos nuestro viaje hacia nuestro destino final del día.
Aguas Termales de Tsenkher
Para llegar a las aguas termales de Tsenkher, debemos tomar un camino de tierra que parte desde Tsetserleg. Nos encontramos nuevamente en la situación de transitar por este tipo de caminos. La distancia es de solo 27 km pero se nos hacen eternos, ya que tendremos que cruzar varios ríos y ascender por varias colinas para llegar a nuestro campamento.

En dos de los riachuelos que debemos atravesar los caballos se están hidratando


En toda la estepa de Mongolia, debido a la falta de desniveles, encontraremos ríos que serpentean en busca de un curso natural, formando meandros.

Panorámica de uno de los meandros

Nuestro campamento se sitúa justo en frente de las aguas termales

En la provincia de Arkhangai, encontramos una abundancia de volcanes extintos que han propiciado la formación de diversas aguas termales en la región. Las aguas termales de Tsenkher emergen a una temperatura de 86ºC, con un caudal de 10 litros por segundo. Estas aguas poseen propiedades curativas, especialmente beneficiosas para las articulaciones, aparato digestivo, la piel y el sistema nervioso. El entorno boscoso idílico y los beneficios de estas aguas han propiciado la aparición de campamentos cercanos a las termas, que atraen tanto a turistas locales como extranjeros.
El manantial emana abundante vapor de agua

Cuando llegamos al manantial de aguas termales, fue un tanto decepcionante. Nos encontramos con un depósito de cemento y una serie de tuberías que distribuían el agua termal hacia varios campamentos.



Para culminar el agotador día, decidimos relajarnos en las pequeñas piscinas de nuestro campamento. El agua caliente es bombeada hasta el campamento y, después de mezclarse con agua fría, se llenan las piscinas. El agua tiene un fuerte olor a sulfuro.
Se recomienda no permanecer en las piscinas durante más de 20 minutos, pero nuestro amigo KxK, insensato como es, pasó más de media hora dentro. Si a esto le sumamos las consecuencias de la juerga de la víspera, apenas pudo salir de la piscina cuando su presión arterial comenzó a bajar peligrosamente.

Tras el baño y una ducha con agua sulfurosa, rápidamente recuperamos fuerzas con otra contundente cena mongola, esta vez sin vodka.