Misteriosa Casa Winter en la Salvaje Playa de Cofete

Cofete es una impresionante playa de aguas turquesas totalmente virgen, se encuentra en el sur de Fuerteventura. Con un acceso más adecuado para conductores experimentados, la ruta ofrece unas vistas impresionantes. Tienen fama sus maravillosas puestas de sol, tentadoras seguramente, aunque volver de noche se puede convertir en algo arriesgado y peligroso. En la playa de Cofete, en medio de la montaña que parece resguardarla, podemos ver la Casa Winter. Grandes misterios y diferentes versiones sobre los mismos circulan sobre esta construcción que parece vigilar el mar agitado de la costa.
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Información
Entre los puntos más destacados de la ruta, encontrarás la Playa de Cofete, la Casa Winter, la gran piedra Roque del Moro y varios miradores. Destaca el Mirador Degollada Agua Oveja, desde el que tendremos unas vistas sobrecogedoras por las que ya habrá merecido la pena llegar hasta el lugar.

Cofete se encuentra en el Parque Natural de Jandía. Para acceder al mismo hay que atravesar el Macizo Montañoso de Jandía, que cuenta con las montañas más altas de Fuerteventura. Es una playa peligrosa en la que conviene evitar la tentación de un baño, no recomendado por otra parte. El mar tiene fuertes corrientes, siendo causa de varios ahogados al año, incluso cuando parece que está calmado.

Como llegar a Cofete
Para llegar a Cofete, es necesario tomar la carretera desde Morro Jable Cofete-El Puertito. La carretera nos llevará a una pista irregular, con algunos tramos malos, pero suficientemente ancha por lo general. A los 8.5 km encontrarás un desvío a la derecha por el que continuar entre montañas y curvas, con un pavimento que deja mucho que desear. Y tendremos que seguir otros 9.5 km hasta llegar al parking, ya cerca de un cementerio pintoresco que se encuentra a poca distancia de la playa. El camino requiere cierta experiencia al volante, es estrecho y hay que ir despacio en una pista de tierra que nos llevará cuarenta minutos recorrer. Mejor si se va en 4×4, pero también se puede realizar el trayecto en un coche normal, como hicimos nosotros. Eso sí, con buenas ruedas, lo que no es problema, ya que los coches de alquiler van preparados.

Recorriendo la playa de Cofete
Tiene 12 km de larga y recorrer Cofete en un paseo es una experiencia magnífica. Si se quiere alargar, se puede ir andando hasta El Islote, hacia el norte, teniendo en cuenta que hay 5 km y que hay que volver, o hacia el sur, hacia el Roque del Moro, a 2,7 kilómetros.

Es habitual que haga viento, como en toda la isla. La playa es de arena muy fina y mientras se recorre vemos el gran espectáculo de sus olas embravecidas a lo largo de la misma. Los colores del mar, de diferentes tonalidades verdes y azules, son sorprendentes. Todo el entorno es natural, con la excepción de la misteriosa Casa Winter o Villa Winter.
Nosotros caminaremos, ya que el baño no es recomendado, aunque varios valientes se adentran en el mar.


Después de disfrutar de este espectáculo de la naturaleza, podemos ver el pintoresco cementerio situado al lado del parking. No podemos entrar al cementerio, ya que la arena del mar ha bloqueado la entrada al mismo, siendo prácticamente una continuación de la playa. Unas sencillas cruces sin nombres ocupan el terreno del cementerio. En la pared hay una placa con nombres de difuntos.



Más allá, unas casitas y un restaurante, y más arriba, en la árida montaña, vemos la misteriosa Casa Winter o Villa Winter.
La misteriosa Casa Winter
Llama mucho la atención esta casona, en el medio de las montañas. Parece que vigile la playa. La edificación es de los años cuarenta y lo primero que te preguntaras es si hoy en día el acceso es tan difícil….. ¿Cómo pudieron llevar materiales y la infraestructura necesaria para construir allí en aquellos años? ¿Por qué los Winter eligieron este sitio tan aislado para vivir? ¿Hay algo de verdad en la leyenda que circula sobre la conexión nazi de esta casa?


Después de investigar un poco, visitar la casa y leer un poco más, no nos ponemos ni de un lado ni de otro, pero te queremos transmitir algo de lo que hemos conocido sobre la casa Winter, de la manera más objetiva posible. Resumimos algunos puntos sobre esta misteriosa casa.
Actualmente, Pedro Fumero y su mujer viven en la casa con su tío discapacitado, que la habitó durante muchas décadas. Ellos enseñan la casa a cambio de la voluntad. No hay horario de visitas, pero se recomienda evitar la hora de la comida. Después de esta visita, vemos los documentales recomendados, y nos leemos Fuerteventura, de Alberto Vazquez Figueroa, tal y como recomiendan ellos. No nos aclara demasiado, incluso nos preguntamos si la leyenda está inspirada en la trama del libro y no al contrario.

La zona es propiedad de un grupo hotelero desde hace más de veinte años y Pedro y su mujer dicen tener la casa en usufructo. Los Fumero afirman que los nazis cometieron torturas en la misma y que fue la base de los alemanes nazis que huyeron a América Latina.

Fue construida por Gustav Winter, que abandonó Alemania en la primera guerra mundial. Winter quiso comprar la Península de Jandía, lo que la ley no permitió y entonces alquiló los terrenos para establecer muchas de sus ideas comerciales, incluyendo el turismo y atrayendo turistas alemanes a la zona. Nunca habitó la casa Winter.
La versión que sostienen Pedro Fumero y su mujer es bien distinta, dicen que aquello era un nido de nazis. Sitúan en las inmediaciones prisiones de tortura, un aeropuerto, baterías de submarinos, un laboratorio y nos habla de dos submarinos nazis enterrados bajo la casa.

La casa tiene un museo. Pedro Fumero ha ido recopilando muchos objetos procedentes del ejército alemán durante la segunda guerra mundial. Afirma que este lugar fue una base secreta de submarinos.



El edificio tiene una torre que podría ser una torre de vigilancia. El sótano es peculiar, está muy fortificado y tiene forma de bóveda, a modo de bunker. En una de las salas se puede ver una cama de cirugía, lo que alimenta la suposición de operaciones de cirugía estética para aquellos que huían a Latinoamérica. Más inquietante es la existencia de un horno incinerador, similares a los que se pueden encontrar en campos de concentración alemanes. Esto quizás es lo más sorprendente y desde luego lo que más nos intriga a nosotros. También nos hablan de fenómenos paranormales y ahí ya a nosotros nos pierden un poco sus argumentos. En esta parte de la casa no están permitidas las fotos
Los Fumero hablan de un apoyo por parte del gobierno español al entonces ejército alemán nazi. Dicen que, desde esta base, los submarinos transportaban los materiales y alimentos. Los expertos dicen que no hay suficiente profundidad para que entre un submarino, a través de cuevas. También se habla de un aeródromo, en paralelo a la playa, que habría permitido desplazamientos por aire.

El nieto de los Winter, desmiente muchas de estas afirmaciones y dice que nunca habitaron la casa y que no fue hasta 1946, cuando su familia consiguió el permiso de residencia en España y se trasladaron a Canarias, fecha bien pasada la guerra.
No nos decantamos ni por una versión ni por otra. Las preguntas que nos hacemos sobre ella no se resuelven tomando ningún partido. Indudablemente, la historia, se mire por lado en el que se mire, no está exenta de misterios y de preguntas sin respuesta.
Para saber más sobre la Casa Winter
Os dejamos algunas referencias y enlaces por si el misterio de la Casa Winter os ha picado la curiosidad y queréis saber más. Hay material escrito sobre la casa y su posible función. También se han interesado por ella varias televisiones extranjeras y se han realizado documentales sobre ella.
Artículo La Casa de los horrores de Fuerteventura
Documental: Los tres escalones
Y os dejamos también la página oficial de la casa http://casawinter.com/
Esperamos que disfrutes de tu visita, y saques tus propias conclusiones en un imprescindible en tu ruta por Fuerteventura.
Hace ya muchos años que estuve en la isla, y por aquel entonces no planeábamos mucho los viajes… Nos acercamos a la playa de Cofete por la tarde y pensamos que podríamos recorrerla de punta a punta (qué inocentes…), así que se nos hizo de noche y tuvimos que volver al coche a toda leche alumbrados por la linterna de los móviles, así que no pudimos ver la Casa Winter por desgracia.
Cuando veo estas casonas tan singulares, me viene a la mente en qué estarían pensando sus dueños para elegir un lugar como este para vivir, y reconozco que ciertas o no, me encantan este tipo de historias y misterios que planean sobre ellas. Me gustaría volver en algún momento y verla en directo, pero eso sí, esta vez bien temprano. Un saludo
Nosotros de punta a punta no teníamos previsto recorrer, pero si darle un buen repaso a la playa pero turismos que ceder y darnos la vuelta habiendo recorrido menos playa de lo previsto.
El acceso a Cofete no es nada fácil, nos llamó mucha la atención, solo pensar como habían traído todo el material para construir las casas y además habíamos oído algo sobre el pasado nazi de la casa Winter, con lo que no dudamos en intentar visitarla.
Cuando visitamos la isla nos quedamos con muchas ganas de llegar hasta la playa de Cofete, pero nos faltó un poco de tiempo. Eso sí, nada había oído acerca de esta misteriosa Casa Winter y la verdad es que la historia me ha dado un poco de yuyu e incluso su localización.
Reconozco que no me gustaría nada vivir en este lugar, pero veo que allí siguie una familia. Muy curioso.
Cuando estuvimos en Fuerteventura nos quedamos sin visitar la Playa de Cofete porque la chica del rent a car nos pintó tan mal la carretera que tuvimos miedo de quedarnos tirados en mitad de la nada… Desde luego cuando volvamos a la isla no nos pasará lo mismo. 😉
En cuanto a la historia de la casa, quién sabe: tal vez sea cierta o tal vez los actuales residentes aumentan la leyenda para ganarse un dinerillo a costa de los turistas… Nosotros, desde luego, no nos atreveríamos a pasar ahí la noche y mucho menos a vivir en esa casa, aislada de todo. ¡Qué miedo!
Saludos.
Nosotros si que fuimos a ver la playa de Cofete, una playa que tardas horas en recorrer entera.
La carretera si que es accesible en un coche normal, pero yendo con precaución como no podría ser de otra forma.
Lo que no visitamos fue la casa Winter…la próxima vez será.