Túnel de San Adrián

El túnel de San Adrián es un lugar especial para los guipuzcoanos, por su localización envidiable y la gran importancia que tuvo durante siglos. Está situado en la frontera entre Álava y Gipuzkoa, a 980 msnm en la sierra de Aizkorri. Es una cueva natural, un conducto kárstico que durante millones de años ha ido formándose hasta obtener una forma de embudo. Por aquí había una corriente de agua que erosionaba las paredes kársticas, pero con el tiempo surgió una dolina en la parte alta del túnel que desvió la corriente que fluía por el túnel. Visitar el túnel de San Adrián es uno de los planes que recomendamos en nuestro artículo sobre el Goierri.
El túnel tuvo gran importancia estratégica, ya que por aquí pasaron reyes, obispos, nobles, ejércitos, peregrinos, viajeros, bandidos, trashumantes y un largo etcétera que dejaron su huella. Sorprendentemente, en el interior del túnel hubo varios castillos, casas, posadas, herrerías, ermitas e incluso un servicio postal.

Índice del artículo
Historia del Túnel de San Adrián
El Túnel de San Adrián es un lugar con mucha historia, siendo los mejores conocedores del lugar la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En 2008 la Diputación de Gipuzkoa encargó a Aranzadi un proyecto de recuperación del túnel y del Castillo de San Adrián. El objetivo era hacer una radiografía histórica de lo que había ocurrido allí. Comenzaron las labores de limpieza y excavación en el mismo túnel.


El ser humano ha habitado en el túnel desde siempre. El motivo es que tenía techo y que si se cerraba la parte trasera, ya no había corriente. No había falta de agua y se podría practicar la ganadería y agricultura en la zona. El objetivo principal era saber desde cuando había sido habitado. El dato más antiguo que se ha conseguido descifrar es de hace 14.000-15.00 años, en la Época Magdaleniense. Sus pobladores eran nómadas y pasaban grandes temporadas en la zona cazando, principalmente cabras, ciervos, corzos o jabalís. Los restos encontrados de aquella época son herramientas y accesorios de caza.
Los siguientes restos encontrados corresponden a la Época de Bronce, hace unos 3.500 años. Es un largo periodo desde los primeros restos encontrados, pero se debe a que solo se ha excavado en una pequeña área. Los habitantes del túnel de aquella época eran seminómadas, estaban en la zona desde primavera hasta las primeras nieves. Eran ganaderos y cultivaban la tierra, principalmente el trigo.
De la Época Romana se han encontrado algunas monedas y construcciones diferentes.
En la Edad Media es cuando más actividad y cambios hubo en el Túnel de San Adrián. En los siglos XI-XII el Reino de Navarra fue expandiéndose hacia La Rioja, Aragón, Álava y Gipuzkoa. Para controlar el paso se construyó un castillo en el mismo túnel. En 1199 el Reino de Castilla conquista Álava, Gipuzkoa y el Duranguesado, con lo que San Adrián es un punto estratégico importante, ya que la frontera de Navarra se sitúa a solo 5 km. Se construye un nuevo castillo sobre los restos del antiguo castillo. A esta frontera se le denominó frontera de malhechores, puesto que era muy habitual que los bandoleros cruzasen la frontera para delinquir en el reino vecino. Fue una frontera en la que durante muchos años se libraron duras batallas. El castillo estaba orientado hacia Navarra para vigilar los ataques rivales.

Aranzadi. libro: San Adrian-Lizarrate Gipuzkoako Historiaren igarobidea
El Reino de Castilla necesitaba encontrar una ruta hacia el mar y una conexión con Francia esquivando a su rival Navarra. Se construye una calzada que cruza el túnel y conecta Álava y Gipuzkoa. Se convirtió en la N1 de la época y por aquí pasaron reyes, obispos, ejércitos, mercaderes… San Adrián era la puerta de Gipuzkoa y era citado frecuentemente en texto de la época. Como curiosidad, la imagen más antigua que tenemos de Gipuzkoa es un grabado de Giorgio Haufnaglio que data de 1567

En aquella época había gran actividad en el túnel. Además del castillo había casas, posadas donde se alimentaban a los viajeros y a sus caballos, y herreros que cuidaban las herraduras de los animales.
En el Siglo XVI, con la caída del Reino de Navarra, ya no es necesario un castillo defensivo y se abandona. Un siglo después se reforma la calzada, ya que hasta entonces solo estaba adaptada a caballos. A partir de entonces se podría transitar en carros. En 1760 se abre una nueva ruta, que conecta Beasain, Zumarraga, Mondragón, y por el puerto de Arlaban, entraba en Álava. Es una ruta más accesible, pero es un día de trayecto más largo. La ruta por San Adrián queda a un lado y solo es usada por el servicio de correos, ya que necesitaba un trayecto rápido.
En el siglo XIX tras la Guerra Carlista, los Mikeletes, la policía de la diputación de Gipuzkoa, instalan un cuartel en el túnel con el fin de controlar el tráfico y cobrar impuestos. En 1915 se incendia o es incendiado el cuartel. Posteriormente se construyó un nuevo cuartel más abajo, el que hemos conocido como refugio de montaña de San Adrián. Los Mikeletes fueron los últimos moradores del Túnel de San Adrián.
Visitando el Túnel de San Adrián
Para conocer el Túnel de San Adrián nos acercaremos desde el Puerto de Otzaurte, en el límite entre Navarra y Gipuzkoa. En el mismo puerto parte una estrecha pista de cemento que asciende constantemente hasta la zona de Beunde. Después de un tramo descendente, la pista vuelve a subir. Dejaremos el coche en el parking de Aldaola. Hasta allí han sido 5 km por una pista donde hay que conducir con mucho cuidado.
Nos calzamos adecuadamente para la montaña y comenzamos nuestra ruta. Hasta el túnel solo tendremos 1.2 km, pero después seguro que seguiremos recorriendo el entorno, ya que hay muchos atractivos. Enseguida cruzamos con el Canal de Aizkorrondo que conocimos en el reportaje del Goierri.

Esta zona del Parque Natural de Aizkorri Aratz es muy boscosa, sobre todo está repleta de colosales hayedos.


Solo hemos recorrido medio kilómetro y nos encontramos con el segundo Cuartel de Mikeletes de San Adrián, el que sustituyó al que se quemó en el túnel en 1915. Durante muchos años este edificio fue un refugio de montaña. Actualmente el edificio se encuentra abandonado y en ruinas.

Continuamos suave suave hacia el túnel y divisamos el túnel insertado en la roca kárstica.

Ya estamos en el Túnel de San Adrián. Por aquí transitan muchos montañeros, ya que se pueden realizar diferentes rutas. Podemos observar la entrada de la cueva natural con una pared de una edificación anterior y la puerta de entrada.

Detalle del muro y de la entrada. Como curiosidad, el cartel de madera con la inscripción ‘Sandrati’ (San Adrián en euskera) la colocamos nosotros en el año 2007 cuando organizamos la primera edición de la Martxa Aizkorrin Barrena.


Todas las personas que llega a San Adrián por primera vez, se sorprende al encontrarse con una ermita. A mediados de la década de los 50 se construyó esta nueva ermita al lado de la anterior que poco a poco fue deteriorándose tras el incendio de 1915. La reconstrucción de esta ermita puede ser la última gran obra realizada dentro del túnel.

El interior es pequeño y muy sencillo.

Vistas desde el interior del túnel. Serán las mismas vistas que tenía el castillo, mirando hacia Navarra para observar si se acercaba el enemigo.

La parte trasera es más estrecha y baja. En la Edad Media no se podía pasar montado a caballo. Algunos reyes tuvieron que rendirse y pasar andando esta parte

Vista trasera del túnel, señalamos con una flecha la entrada al túnel.

Conociendo las excavaciones de Aranzadi en San Adrián
Durante el verano es muy probable encontrarnos a los miembros de Aranzadi haciendo excavaciones en el túnel de San Adrián. A su vez suelen realizar alguna visita guiada y nosotros aprovechamos la ocasión. El director de la excavación, Alfredo Moraza, nos contó muchas historias que guardan las paredes de San Adrián. Fue un auténtico lujo.

Mientras escuchábamos las interesantes historias que nos narraba Alfredo, el resto de miembros de Aranzadi trabajaban duramente.

Alfredo Moraza no solo nos contó la historia del túnel, sino que también nos mostró diferentes detalles que nos hacían entender lo que aquí pasó. Como ejempo los diferentes encajes en la roca donde se apoyaban las vigas de las edificaciones que aquí se construyeron, o cómo se las ingeniaban para bajar con carros por la calzada en el interior del túnel.


Pudimos subir a la galería superior gracias a la ayuda de Alfredo. Esta subida no es apta para personas que sufran vértigos. Si alguno quiere subir por su cuenta hay que tener en cuenta que hay que prestar mucha atención en la subida y cada uno es responsable de sus actos.

Aquí se situaba la Torre del Homenaje del castillo. Disfrutaremos de vistas diferentes a las que estamos habituados


Con la ayuda de los frontales nos adentramos en unas estrechas galerías. Caminamos unos 50 metros en total oscuridad como si fuéramos unos intrépidos espeleólogos.

Tenemos que agradecer a Aranzadi la oportunidad de conocer mejor el túnel de San Adrián y su historia, además de ser testigos de las excavaciones que están realizando en el mismo. Fue una gozada escuchar a Alfredo que nos contó muchas cosas y nos transmitió su pasión por este entrañable lugar.

Calzada Medieval de San Adrián
La Calzada Medieval es otro de los atractivos importantes de San Adrián, ya que hay tramos donde se conserva estupendamente. Siempre se ha comentado que esta calzada era de la época de los romanos, pero no es cierto. En Gipuzkoa, históricamente toda construcción o mito se relaciona con los romanos, pero no se ha demostrado que por aquí hubiese una calzada romana.
Ya hemos comentado que por este camino transitaban los viajeros que conectaban el interior de Castilla con el norte o Francia. Unía la localidad alavesa de Zalduondo con la guipuzcoana Zegama. La primera calzada tenía una anchura de 2.5 metros. Posteriormente, en el siglo XVIII se adecuó la calzada a carros y se ensanchó hasta alcanzar los 3. 5 metros.





Otros planes desde el Túnel de San Adrián
Desde San Adrián se pueden hacer muchos planes montañeros interesantes, ya que su enclave es el ideal para los amantes de la montaña
Ascender a Aizkorri
Sin duda alguna, Aizkorri es el monte más emblemático de Gipuzkoa. Es una subida exigente, no apta para todos , pero una vez lograda su mítica cima, el montañero se siente realizado y disfruta de las preciosas vistas que ofrece.

Ascender a Aratz
Aratz es otro de las emblemáticas montañas del Parque Aizkorri Aratz. Tanto Aizkorri como Aratz quedan cerca de San Adrián, cada uno aún lado del túnel. Desde Aratz tendremos preciosas vistas a la llanada alavesa. En cambio, desde Aizkorri tendremos vistas inmejorables al Goierrri guipuzcoano.

Caminar hasta las Campas de Oltza o Urbia
Continuando por la calzada medieval, nos adentramos en la Parzoneria General de Alava y Gipuzkoa. A principios del siglo XV, cuatro municipios del Goierri, Segura, Zeraim, Zegama e Idiazábal, además de municipios de la llanada alavesa, San Millán y Asparrena, firmaron un condominio que les permitía disfrutar libremente del monte y obtener los recursos necesarios del mismo.
Continuando la ruta llegamos a las Campas de Oltza, una llanada donde encontraremos diferentes txabolas de pastores. Desde mayo hasta el otoño, los pastores acuden a Oltza con sus ovejas para que se alimenten de la rica hierba y luego puedan producir buenos quesos Idiazabal.
Recomendamos llegar a las campas de Urbia, de mayor extensión que al de Oltza. Es una de las excursiones preferidas de los montañeros vascos. Para la gran mayoria de ellos siempre recordarán su subida desde Arantzazu y el encontrarse con aquella maravillosa campa rodeada de colosales montañas. Pero el mejor recuerdo será el refresco y en pintxo de chorizo de la mítica fonda de Urbia.


Camino de Santiago Vasco del Interior
El Camino de Santiago Vasco del Interior conecta Irun con el Camino de Santiago francés en Burgos o en Santo Domingo de la Calzada. Este camino recorre el Goierri atravesando el túnel de San Adrián y alcanza la llanada alavesa en Zalduondo. Los principales caminos son el francés y el del norte, pero en el siglo X este camino tomó mayor importancia. Los peregrinos que llegaban de Europa en aquella época descartaban el camino del norte, ya que los normandos asaltaban a los peregrinos. A su vez el camino francés era dominado por los musulmanes, que habían conquistado gran parte de la península. Más adelante, al convertirse esta ruta en el Camino Real, aumentó la cantidad de peregrinos que caminaban por aquí.
En 2015, tanto el Camino del Norte como el Camino Vasco del Interior, son reconocidos por parte de la UNESCO como uno de los bienes individuales del Patrimonio Mundial de la Humanidad.


Ermita de Sancti Spiritu
A escasos 600 metros del túnel se encuentra la Ermita Sancti Spiritu. Fue un antiguo hospital que servía de reposo para los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago y los viajeros que pasaban por la zona. Esta pequeña ermita fue construida por los Templarios, en la Edad Media


Animar a los corredores de la Zegama-Aizkorri y la Ehun Milak
Dos de las pruebas más importantes en el mundo de las carreras de montaña que se celebran en Euskadi, cruzan el túnel de San Adrián. En mayo tendremos la maratón Zegama-Aizkorri y en julio los titanes que disputan la Ehun Milak (166 km) y G2H (88 km).


En este articulo ya hemos mostrado razones suficientes para visitar este lugar tan bonito.