Conjunto Monumental de Igartza en Beasain

En Beasain, el corazón del Goierri guipuzcoano (Highlands vascas), nos encontramos con el Conjunto Monumental de Igartza. El señor de Lazcano compró unos terrenos en un lugar estratégico en plena Edad Media, un cruce de caminos donde convergían la ruta que unía Castilla con Francia y el Camino de Santiago. Construyeron un puente de madera para cruzar el río Oria y una casa-torre con muralla defensiva. Con el paso del tiempo la casa-torre se convirtió en palacio y en los alrededores se edificaron un molino, una ferrería, un lagar y otros edificios.
Índice del artículo
Historia de Igartza
Los orígenes del Palacio de Igartza datan de finales del siglo XIV, cuando el señor de la Lazcano compra los terrenos y construye una casa-torre. Era la época de las guerras banderizas donde existía una fuerte disputa entre oñacinos y gamboinos. Beasain tenía una localización estratégica, un cruce caminos importantes como el Camino Real que unía Castilla y Francia y además era paso del Camino de Santiago (Ruta Jacobea Vasca). Igartza se construyó a orillas del río Oria y para cruzarlo, el señor de Lazcano construyó un puente de madera donde imponía un peaje a todas las personas que quisieran pasar por el. La casa-torre, además de tener al rio delante, estaba amurallada lo que la convertían en un fortín.
A mediados del siglo XV, el rey Enrique IV de Castilla obliga a desmochar las casas-torres, que eran usadas como pequeñas fortalezas. Una vez perdido el valor militar, la casa se convirtió en la residencia de la familia Igartza. Fue Maria Lopez de Igartza la que construyó el actual palacio con los restos de la casa-torre y la muralla.
Cuando el señor de Lazcano compró los terrenos de Igartza dio dos órdenes a su hijo: controlar el territorio y poblarlo. En los años siguientes, la poderosa familia Igartza se dedicó a la explotación de recursos naturales de la zona como la minería y los bosques. En torno al palacio se construyeron diferentes edificios para la explotación natural como ferrerías, herrerías, molinos y un lagar, todas ellas impulsadas por la corriente del contiguo río Oria.

El palacio fue habitado hasta finales del siglo XX, cabe destacar que en toda su historia tuvo gran importancia la mujer en el mando del mismo.
En las inmediaciones del conjunto de Igartza se construyó la empresa Indar a principios del siglo XX. Tras 50 años de actividad se abandonó el solar, dejando en el entorno lleno seriamente degradado. En el año 2000, el Ayuntamiento de Beasain compra Igartza y tras una importante reconstrucción que duró seis años, podemos disfrutar del aspecto actual.
Como llegar a Igartza
El conjunto monumental de Igartza se encuentra en la localidad guipuzcoana de Beasain, situada al sur de la provincia. Beasain es un cruce de caminos de la la N1, que une Madrid con Irún y la A626 que conecta con los valles del Urola y Deba, además de ser la vía de acceso de los visitantes bizkainos. Para aparcar el coche se recomiendan los parkings del campo de futbol y polideportivo próximos.
Se puede llegar en tren de Renfe hasta la estación de Beasain y tras caminar menos de 10 minutos se llega a Igartza.
Los goierritarras que quieran acercarse a Igartza pueden usar la línea GO 01 de Lurraldebus y bajar en la parada Igartza.
Como llegar a Igartza con el Google Maps: https://goo.gl/maps/dhjhVtbvRHc8a7VR8
Información Útil
Email: igartza@beasain.eus
Teléfono: 943 08 77 98
Horarios:
16 septiembre -30 junio: Sábados y domingos: 11:30 / 13:00
1 julio – 15 septiembre: De miércoles a domingo: 11:30 / 13:00 / 16:30 / 18:00, los festivos y puentes el mismo horario
Los grupos pueden concertar visita con cita previa
Precios:
Entrada general: 4€
Niños y Grupos: 3€
Recorriendo el Conjunto Monumental de Igartza
Comenzamos nuestra visita al Conjunto Monumental de Igartza, en Beasain. Tras cruzar un precioso puente nos dirigimos a la oficina de turismo de Igartza que se encuentra en una antigua ermita. En el folleto del conjunto tenemos un mapa del conjunto con los diferentes lugares que visitaremos.

Palacio de Igartza
El Palacio de Igartza es el edificio principal del conjunto. Como hemos citado anteriormente, el actual edificio data del siglo XVI. La estructura del palacio es cuadrangular de dos plantas, la superior de madera de roble y la inferior de piedra. Es el palacio más grande del País Vasco construido en madera.

El patio es muy llamativo. Destaca una galería en voladizo de madera, construida con unas enormes vigas. Los maestros carpinteros realizaron algunas tallas decorativas en las vigas.


Es muy curioso que una cubierta en el País Vasco sea a cielo abierto, con la gran cantidad de lluvia que precipitaba en aquella época.

Todas las dependencias del palacio se situaban alrededor del patio central. Actualmente, varias salas están preparadas para diferentes eventos. Es curioso el entramado del techo de esta sala, que recuerda a la ermita de la Antigua de Zumarraga. Como comentábamos en su día, en la Antigua el techo lo construyeron los carpinteros de ribera mientras obtenían madera para sus naves en los bosques cercanos.

Nosotros realizamos una visita guiada con el acordeonista Aitor Furundarena, que interpretaba una pieza en cada rincón histórico del conjunto. Actualmente en Igartza celebran muchos eventos como visitas guiadas, exposiciones, conferencias, charlas, teatros, conciertos, bodas y muchas más cosas.

En esta sala principal encontramos pintadas en la pared con unos textos, dos barcos y una imagen que se supone hace referencia a la ezpatadantza. Se cree que estas pinturas están relacionadas con las clases que impartía Maria de Igartza en el palacio. Igartza estaba situado estratégicamente a orillas del río Oria y era un núcleo importante de comercio. Se cree que los barcos hacían mención al río Oria que se cree que era navegable en aquella época.



Presa de Igartza
En el sótano del palacio se encuentra un espacio dedicado a la presa de agua situada en el río Oria. Fue la zona que más nos sorprendió de todo el conjunto. Encontraremos diferentes paneles explicativos sobre la importancia de la presa y su evolución, además de una colosal estructura de madera de una antigua presa.


El agua era de vital importancia en Igartza en la Edad Media, ya que se utilizaba para poner en funcionamiento la maquinaria hidráulica que activaba la ferrería y el molino. Se acumulaba gracias a una presa desde donde se desviaba el agua por un canal.
La presa expuesta data de 1568 y fue construida con una largas vigas de madera de 20 metros de longitud. Posteriormente se construyó en 1687 una presa mayor de piedra, quedándose la antigua presa de madera cubierta por los sedimentos que arrastra el agua. Fue en 1982 cuando se derribó la presa, ya que existía serio riesgo de inundarse la zona. Sin la presa la corriente era mayor y el río cogió más fuerza, levantando el lodo y los sedimentos acumulados sobre la antigua presa. Pero justo un año después se produjeron unas fuertes inundaciones en Euskadi que produjeron que asomara la espectacular presa de madera. En 2012 los miembros de la sociedad Albaola reconstruyeron la presa, siendo la presa más grande de Europa que se encuentra en un museo.

Molino de Igartza
Continuamos la visita y nos dirigimos hacia la zona del molino y la ferrería

En el testamento de Maria de Igartza ya se hacía mención al molino. Fue uno de los más importantes de Gipuzkoa y estuvo en funcionamiento hasta 1982, cuando se derribó la presa y ya no había forma hidráulica de poner en marcha el molino. Martina Irizar fue la última propietaria del molino de Igartza. En este molino se molían diferentes cereales como trigo, maíz, mijo, cebada, etc.

El agua del rio Oria se deviaba por un canal hasta la antepara que se situaba encima del molino. Se abria la compuerta para que cayese el agua sobre los rodetes situados debajo del molino. Los rodetes hacían girar un eje que a su vez hacía girar la piedra volandera. El grano se depositaba en la tolva y la piedra molía, obteniendo la preciada harina.


En la parte inferior podemos ver los rodetes que traccionaban el mecanismo del molino

Continuamos nuestra visita y nos dirigimos hacia la ferrería. De camino pasamos por delante del Albergue de Peregrinos del Camino de Santiago.

En la parte superior del molino, a pie de la ferrería, se encuentra el antepara. Es aquí donde se acumulaba el agua desviada del río que era utilizada para activar el mecanismo hidráulico del molino y la ferrería.

Ferrería de Igartza
En la Edad Media en Gipuzkoa, en las orillas de los ríos, había muchas ferrerías como la de Mirandaola en Legazpi. La primera ferrería de Igartza era de madera y la estructura de piedra actual data de la reforma de 1782. La actividad de la ferrería continuó hasta finales del siglo XIX. Con el auge de la industrialización las ferrerías dieron paso a los altos hornos. Varios dueños de la ferrería fundaron la Fábrica de Hierro San Martin, siendo este el origen de la fabrica CAF, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles.
El edificio que se visita está totalmente reformado, ya que durante 50 años la empresa Indar estuvo situada sobre las paredes de la ferrería. El interior está prácticamente vacío, solo se conservan las bases de las herramientas. Se proyecta un pequeño video en 3D simulando la actividad de la ferrería medieval.

En el exterior de la ferrería encontramos restos de un horno de calcificación. Antiguamente, se obtenía la materia prima para ferrería de lugares próximos goierritarras. Por ejemplo, el mineral de hierro procedía de las minas de Mutiloa y Zerain y la madera para los hornos de hayedos y robledales cercanos. Estos hornos próximos a la ferrería fueron sustituidos por los de Zerain, ya que traer el mineral en bruto desde la mina suponía un gran esfuerzo para obtener una pequeña parte de hierro puro.

Restos de mineral de hierro a pie de la ferrería

Ermita del Belen
La Ermita del Belén fue construida por la familia de Igartza en el siglo XVII y se sitúa delante del palacio. Tiene una localización estratégica, ya que se encuentra en la calzada del Camino de Santiago, y de esta manera, los peregrinos y nobles que cruzaban el puente podían observar el poderío de la familia de Igartza.

La ermita tiene un pequeño altar donde la familia Igartza celebraba sus eventos religiosos. Estaba dedicada a Nuestra Señora de Belén. Los viajeros y vecinos acudían a la ermita para rezar y pedir protección.
Durante la guerra civil desapareció un cuadro de Nuestra Señora de Belén y fue sustituido por un cuadro de Clara Gangutia, alumna del pintor Antonio López y biznieta de un beasaindarra. En la visita, el guía nos detallará diferentes aspectos del precioso cuadro donde muestra la historia de Igartza y la mitología vasca.

Damos por finalizada la visita y cruzamos el puente de piedra sobre el río Oria que data del siglo XVI. Del primer puente construido en Igartza no queda ningún resto.

Dolarea, venta de Igartza
Al otro lado del río destaca un edifico de piedra, hoy en día es el Hotel Dolarea de 4 estrellas. En la Edad Media era un antiguo lagar donde se prensaba la manzana para elaborar. Sería muy similar al lagar de Igartubeiti en Ezkio.
En 1611 Isabel de Lobiano, la señora de Igartza, mandó construir una venta caminera ya que era un lugar transitado entre viajeros que cruzaban el País Vasco, uniendo Castilla y París o los peregrinos del Camino de Santiago. Es una de las ventas camineras más antiguas que se conservan hoy en día.

Esperamos que os haya gustado el reportaje. Ya teneis un motivo más para conocer el interior de Gipuzkoa.